Los gobiernos de España, Portugal, Francia, Holanda, Inglaterra y Escocia fueron los primeros países que deportaron gitanos a sus colonias como esclavos para deshacerse de esta población no deseada. Los primeros gitanos legaron a América con Colón en su tercer viaje, en 1498, sin embargo fue durante la útima década del siglo XIX y hasta la primera mitad del siglo XX que hubo una constante migración hacia América de grupos del pueblo Gitano o Rom de Europa en busca de nuevos horizontes, dispersándose por todos los países de este continente.