Sainte-Beuve reconocía que el marqués de Sade era uno de los mayores inspiradores de nuestros escritores modernos. Sade es asimismo, según Annie Le Brun, el lugar de encuentro clandestino del imaginario europeo... El influjo del marqués es reconocido por la crítica, y podemos afirmar que Gustave Flaubert y Leopoldo Alas Clarín se encuentran entre los europeos inspirados por Sade. El influjo sadiano irriga las obras de Flaubert y de Clarín, un influjo subterráneo, oculto, pero evidente para el lector avisado. Ambos escritores han mostrado la regresión del hombre hacia la animalidad, ambos han mostrado el mal apoderándose del mundo; mas Flaubert, como un dios, ha saboreado su esencia, mientras Alas, a la desesperada, ha intentado vencerlo.