Gabriela Wiener escribe sobre quién es y sobre lo que vive, y lo hace con un lenguaje y una sinceridad sorprendentes. En estos relatos autobiográficos cargados de ironía y humor nos invita a sumergirnos en el mundo y la mirada de una mujer que lucha contra sus demonios cotidianos. Aborda temas como la emigración, la maternidad, el miedo a la muerte, la soledad de los cuartos de hotel, la fealdad, los tríos, el misterioso número once, el alejamiento de los amigos... El día a día aparece como un todo complejo y rico dispuesto a revelarse de inmediato. 'No solo me meto en espacios o situaciones al fiel estilo del periodismo gonzo, sino que revelo mis temores, mis falencias, mis sesgos y limitaciones. No tengo miedo de parar el relato de lo que veo para hacerlo [...]. Creo que lo más honesto que puedo hacer literariamente es contar las cosas como las veo, sin artificios, sin disfraces, sin filtros, sin mentiras, con mis prejuicios, obsesiones y complejos, con las verdades en minúscula y por lo general sospechosas.'