«Pollino más que sabueso, a la hora de abordar este libro de divulgación, me propuse elegir a los protagonistas fiándome de mi olfato, de recomendaciones varias, ajustándome a las circunstancias y confiando en la casualidad, como quien recoge un puñado de cerezas de una canasta y degusta también las que se enganchan. De esta manera algo aleatoria fui tomando nota de mis encuentros e impresiones y de la actualidad veterinaria, y conformé un diario, casi un cuaderno de campo, después de entrar en los domicilios, en los despachos, en las clínicas, en las fincas, en las almas y en las katiuskas de más de treinta veterinarios, y alternar con algunos más en el ciberespacio.
»En total, 111 días de excursión e incursión de los que daré cuenta, sin otro cometido que poner de relieve la labor de estos científicos que muy guapamente y a conciencia estudian el reino animal, cuidan de los bichos que lo merecen, nos defienden de unos, nos acercan a otros y procuran la mejor manera de convivencia entre todos».