Diciembre de 1642, Richelieu acaba de morir y el rey está muy enfermo. El vacío de poder y la amenaza de una nueva guerra contra España moviliza a la corte, especialmente a la alta nobleza, los Importantes. Un comisario aparece muerto. Su colega Gaston de Tilly le pide a su amigo, el notario Louis Fronsac, que le ayude en la investigación. Las pesquisas les llevan a los campamentos militares del duque de Enghien, cerca de Rocroy, donde se preparan para librar batalla a los tercios españoles. Ignoran que esta muerte no es un simple asesinato, sino el primer paso de una conspiración que apunta a la corona.