Las legiones han abandonado Britania y Roma ya es sólo un recuerdo, mientras las oleadas de sajones, bárbaros saqueadores que lo arrasan todo a su paso, se abaten incontenibles sobre las costas de la isla. Sólo un reducto de britanos, liderados por Ambrosio, siguen luchando por conservar las luces de Roma antes de que sean engullidas por las tinieblas de la barbarie.
Artos, el Oso, hijo ilegítimo de Utha, hermano de Ambrosio, está destinado a tomar el relevo de su tío. Para ello forma una caballería de élite, la Compañía, destinada a combatir las incursiones de sajones, escotos y pictos por toda Britania, iniciando una vida de luchas y batallas, que le llevarán a convertirse en el último emperador de una idea de justicia y libertad, destinada a hundirse en la oscuridad. Pero también vive la tragedia de verse seducido por Ygerna, que resulta ser su hermanastra y que a través del hijo que engendra, Medraut, querrá vengar las afrentas a su madre; y el amor imposible con Guenhumara, marcado por el peso de ese incesto y que acaba en la traición de Bedwyr, su mejor amigo, enamorado de la reina.
Desde su lecho de muerte, Artos recuerda su vida de batallas espectaculares y tragedias personales, consciente de que está a punto de entrar en la leyenda.