Franz Polzer, empleado de banca, preso durante décadas de una rutina mediocre y embrutecedora; Karl Fanta, amigo de la infancia de Polzer, rico, cínico e inválido y Sontag, el enfermero, un religioso exaltado y antiguo matarife, acabarán instalándose en casa de la joven y voraz viuda Frau Porges. Codicia, desamparo, sadismo se combinan en un estilo que mezcla la fuerza del expresionismo y la impasible lucidez del objetivismo. Delirio grotesco donde el vicio, la vergüenza y la miseria están por todas partes. Danza macabra o gabinete de espejos de inspiración neurótica: una verdadera obra maestra.