En el mar, el hombre tiene el privilegio de contemplar un paisaje antiguo pero en él se siente realmente un extranjero y descubre que su huella es efímera y ridícula.
En épocas de cambios como la que vivimos, aún es posible atisbar retazos de otra manera de entender el mar. Restos que son como las olas que viajan llevando a zonas lejanas los ecos de temporales que ya no existen. Mar de fondo o mar vieja, como la llaman algunos.Tres navegaciones, tres relatos ambientados en los canales de la Patagonia, las inmensidades del Pacífico y los vericuetos del Mediterráneo, que son a la vez tres encuentros con las viejas formas de entender el mar.