Thomas de Quincey (Manchester, 1785 – Edimburgo, 1859) fue uno de los más originales escritores del romanticismo inglés. Hijo de una rica familia, recibió una esmeradísima y estricta educación en los mejores colegios y con preceptores particulares, lo que le llevó a escaparse de casa a los 17 años llegando hasta Londres, donde sobrevivió durante unos cuantos años. Reconciliado con su familia, se aficionó a los estudios en Oxford y al opio, aunque finalmente pudo abandonar ambos y dedicarse a la literatura y al periodismo. Aunque esto último tras gastarse su considerable fortuna. Fue amigo de Coleridge, Wordsworth y demás poetas lakistas. En su amplia obra, sobre todo de carácter ensayístico, destacan las Confesiones de un comedor de opio inglés (1821), libro de carácter autobiográfico, el más difundido entre los suyos, y El asesinato como una de las bellas artes (1827), que ahora reeditamos, obra maestra de imaginación y sarcástica ironía que ha ejercido un amplio y dilatado magisterio a través de los años y de las literaturas que llega hasta Jorge Luis Borges e incluso más allá.