Peter Verril se encuentra en Suiza tratando de escribir su siguiente libro cuando recibe la llamada telefónica de su amigo John Wilson, uno de los realizadores más carismáticos y excéntricos del Hollywood de los años cincuenta, indiferente a los gustos del mercado aunque poseedor de un gran talento en la confección del guión definitivo de su próxima película, una superproducción que pretende rodar en la inhóspita África colonial. Pero la última oportunidad del director para conseguir por fin el éxito financiero que lo salve de la bancarrota resulta ser sólo una excusa para cobrarse la más imponente de las piezas, un elefante de grandes cormillos. Wilson no dudará en arriesgar en esta empresa todo lo que para él ha sido importante hasta entonces, su integridad, su propia vida, su obra y la amistad de Verrill, que se verá arrastrado junto al resto del equipo en un obsesivo y temerario viaje al lado más oscuro del corazón humano. Cazador blanco, corazón negro deslumbra por su ironía y por el mordaz soterrado humor que se desprende de sus páginas, en las que se pone en entredicho el misógino universo masculino, el racismo que presidió la descolonización de las últimas posesiones del imperialismo eurpeo y la irracional actitud depredadora del hombre blanco ante la naturaleza virgen de África y en la peculiar relación entre John Huston y Peter Viertel, quien contribuyó en la reescritura del guion del clásico inmortal del séptimo arte protagonizado por Humphrey Bogart y Katharine Hepburn.