El reportaje de una noticia irrelevante en un pueblo aparentemente inofensivo y el dolor de abrir las heridas que se suponían cerradas enfrentan a una joven periodista a sus miedos. Con una nueva identidad y unos lazos familiares casi olvidados, Sira regresa al pueblo en el que nació y que años después se vio obligada a odiar. La investigación le conduce hasta un misterioso mural encantado que, según dicen, ha traído la desgracia al pueblo. ¿Serán meras supersticiones? Sira tendrá que descubrirlo a la vez que se descubre a sí misma, bajo el olor a lluvia de la costa y el temor de sus recuerdos, en un pueblo en el que todo el mundo parece guardar un extraño secreto.
Elena Montesinos propone en su primera novela varios viajes paralelos, que sin saberlo dirigen al lector hacia el rechazo y el dolor, en carne viva, de una ausencia.