De la mano de Patricia Highsmith, una de las mejores
escritoras de suspense, en cada uno de los relatos de A merced del viento nos
adentramos en un territorio lleno de emociones hasta
alcanzar la esencia misma de la humanidad de sus
personajes.
Unos personajes a los que el sentimiento de culpa o la
ausencia
del mismo atenaza y, en algún caso, llega a conducir a
un final
inesperado... y desesperado.
Como es el caso de la joven viuda preocupada por los
peligros de
un estanque para su hijo pequeño, o del rico jubilado
que se retira
al campo y se enfrenta con su vecino, o de una familia
rota por el
alcohol, o de un anciano que se defi ende de los
continuos ataques
de unos jóvenes violentos. A éstos y a los demás
personajes que
pueblan estos relatos les dominan la culpabilidad y la
búsqueda
de justicia, en ocasiones un tanto peregrina.
Gracias a su magnífi co dominio del suspense
psicológico y su
agudo conocimiento de la naturaleza humana, en A merced del viento Patricia
Highsmith demuestra su capacidad de captar la
atención de los lectores hasta el fi nal, así como su
habilidad
para sorprender sin necesidad de aspavientos.