Jacinto Quesada, un chico de catorce años, aparece muerto en el fondo de un acantilado. Todo el pueblo se pregunta la causa de su muerte, pero solo Cecilia y Miguel Ángel, sus dos mejores amigos, saben que ha sido una decisión voluntaria. El trasfondo del fallecimiento del chico se sitúa en su instituto, donde era acosado sin piedad por cuatro matones. Una novela en la que se pone de manifiesto la culpabilidad de todo el entorno en la situaciones de acoso escolar.
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