«Claridad, concisión, elegancia y una punta de humor, en alguna de sus distintas coloraciones, tal vez son el trípode donde se asienta la mejor literatura que jamás se haya escrito.»
La observación política más mordaz da paso al más sentido homenaje poético, relevado a su vez por pensamientos atribulados o notas eruditas, antesala de una furiosa denuncia... Apuntes en los que el autor salta con total naturalidad de lo personal a lo social, de la reflexión a la ocurrencia, de las filias a las fobias políticas y literarias, en lo que constituye un libre pero completo panorama de la sociedad actual.
Tales pinceladas configuran un fresco vibrante gracias a ese estilo directo, incisivo y mordaz, alejado de toda complacencia, que es marca de su autor y con el que éste desvela sus temores y esperanzas respecto a un futuro incierto, su disidencia ante la superficialidad de las nuevas tecnologías, la injusticia de la Justicia, los absurdos a que dan lugar las luchas de poder... y frente a ello, el refugio que suponen la poesía y las artes, insumisas por no atenerse a la moda.
Tras Cargar la suerte y Esquirlas, y respaldado por una vasta cultura hecha de múltiples lecturas y permanente atención a la actualidad, Antonio Martínez Sarrión nos trae este tercer volumen de diarios que, como toda visión crítica e independiente de lo que nos rodea, no dejará a nadie indiferente.