Una reflexión sobre la pérdida del mundo agrícola y de la sensación de pertenencia a algún lugar. Julián Rodríguez inauguró con este libro un tipo de narración que él mismo ha denominado «piezas de resistencia», textos autobiográficos a medio camino entre el diario, el cuaderno de viaje y el apunte, jalonados, en este caso, con ensayos sobre fotógrafos y fotografía. Un libro inclasificable en el que los personajes, a medio camino entre la sociedad agrícola en la que han nacido y la sociedad capitalista en la que intentan sobrevivir, se dan la mano con un autor a quien no pocos comparan con John Berger o W.G. Sebald.