La boca que saborea, que besa, que habla, que escupe o que muerde se convierte a un tiempo en personaje y escenario de un gran teatro. El lector debe prepararse para ser tragado por el Libro de la boca y para vivir en su interior como Jonás en el vientre de la ballena. Los labios, la lengua, los dientes o la saliva protagonizan un verdadero compendio del sabor atravesado por la imaginación y el sueño, un viaje fantástico a través del universo de la boca.
En Detrás de la boca Menchu Gutiérrez vuelve a enfrentar a sus personajes a los sentidos y a cuestiones relacionadas con un «yo» universal. Moviéndose en el territorio abstracto del símbolo, la erudición cede paso a la imaginación convirtiendo a la boca, esta vez, en el centro de su escritura.