Una mañana, los funcionarios de Quatre Cantons encuentran muerto en su celda a un chaval de Badalona. Su familia recibe la versión oficial, pero entre las galerías empieza a circular la verdad, y pronto traspasa los límites de los muros de la prisión.
Un periodista investiga el tema, un cura se interesa por la muerte del chico, una madre exige justicia...
En Santa Eulalia de Gállego, en la provincia de Zaragoza, un chico emprende un largo viaje a pie, tras el asesinato de su padre. En la calle de Cervantes de Badalona, una chica ve cómo los milicianos se llevan a sus familiares. Zouzou, un alumno marroquí, investiga sobre la Guerra Civil española, y un par de profes discuten sobre lo divino y lo humano en un restaurante chino del barrio del Gorg. Un grupo de chavales de todo origen charlan animadamente en la plaza de Pep Ventura, y alguien mira con rabia desde la ventana.
La guerra, la posguerra, la Transición democrática, el maltrato doméstico... Los odios del pasado que se transforman en el presente. Las historias se entremezclan en el espacio y en el tiempo, pero la tonada es la misma: la vileza está viva, como lo está también la grandeza; la injusticia sigue, pero también pervive la esperanza.