William Wymark Jacobs nació en Londres
el 8 de septiembre de 1863, y aunque hoy es recordado
sobre todo por ser el autor de «La pata de mono»
–una pieza perfecta e irrepetible de la literatura de terror,
donde la premonición y la fatalidad interpretan
una desenfrenada danza macabra–, fue considerado
en su tiempo como el mejor escritor de humor
en lengua inglesa. Sus primeros trabajos aparecieron
publicados en la modesta revista Blackfriars Magazine.
En 1896 aparece su primera colección de historias cortas,
Many Cargoes, y se convierte en un éxito inmediato.
La crítica coincidía en que el nuevo autor sabía administrar
a la perfección la dosis justa de emoción en sus cuentos.
Los relatos de terror aquí reunidos hacen gala
de un lenguaje tan directo como efectivo:
la minuciosa descripción queda relegada en favor
de la fluidez de la trama, y el autor parece disfrutar
desconcertando al lector siempre con un final inesperado.
Los cuentos de Jacobs van más allá del terror,
como dijo Chesterton, para ser, sencillamente sobrecogedores.
El terror adopta en estos relatos una forma cotidiana,
y surge en la vida de sus personajes convertido en obsesión,
remordimiento o en oscura premonición de un destino
trágico, lo cual los hace más verosímiles y cercanos.