Tras la muerte de su abuela, Clara se ve obligada a dejar Barcelona para trasladarse a Colmenar, un pequeño pueblo de montaña donde reside el único familiar que le queda con vida. Apenas se conocen, pero tendrán que convivir un año entero, hasta que Clara cumpla los dieciocho.
Lejos de su casa y de su mundo, Clara deberá enfrentarse a sí misma y a sus propios fantasmas, y mientras desentierra viejos secretos familiares, dos chicos totalmente diferentes, Braulio y Bosco, despertarán a la magia de su corazón dormido... con consecuencias imprevisibles.