Querido lector: Siento que es mi obligación avisarte antes de que sea tarde. Si solo estás ojeando este libro, ciérralo ya. Si, por el contrario, pretendes leerlo hasta el fin permíteme un consejo: ¡no lo hagas! No pases de esta primera página. Ciérralo, devuélvelo al estante del que lo has cogido. Si no me haces caso y pasas de esta página, descubrirás un mundo que pocos conocen… Acepta mi consejo, no continúes.