El oficio de editor conlleva decir no a múltiples propuestas y, por tanto,equivocarse de cuando en cuando. A todos nos suenan cientos de historias sobre rechazos editoriales a manuscritos que más tarde alcanzarían la fama: algunas más conocidas, como las de En busca del tiempo perdido o La conjura de los necios; otras, como la que recibieron John Le Carré, Stephen King o el perro Snoopy, tal vez menos. Si bien hay en el mercado extranjero algunos libros que recogen unas cuantas anécdotas sobre el tema, no existía hasta ahora uno que además se "mojara" lo bastante como explicar sin pelos en la lengua qué es y en qué consiste el rechazo editorial.