El Trastorno Afectivo Bipolar es una enfermedad alternativa del estado de ánimo, con episodios que llevan a un aumento de energía, cognición y euforia, pero que está acompañado por manías, tics y obsesiones perfeccionistas. Cuando acaba, la persona experimenta un estado opuesto, en donde predomina la depresión y la apatía; y así, una y otra vez. Suele durar toda la vida sin un tratamiento correcto, y con frecuencia los episodios de manía y depresión regresan en el tiempo. Aunque entre los episodios muchas personas están libres de síntomas, son frecuentes las recaídas. Para un tratamiento correcto que solucione de forma definitiva la enfermedad, se hace necesario que el enfermo tome parte activa en el proceso curativo, junto con el terapeuta mental y el físico. Esto le permitirá afrontar las crisis sin temores infundados y utilizar todas las herramientas disponibles para prevenir las recaídas. Aunque inicialmente se recomienda el uso de psicofármacos, la terapia debe centrarse en las técnicas del pensamiento y los remedios naturales.