Para Miguel Mihura el humor es una posición ante la vida, y el objeto de humor es la propia existencia, la consideración del ser como absurdo. Con el uso de ese humor, Mihura pretende mostrar la falsedad y la hipocresía de algunas normas y costumbres sociales, y le sirve para desenmascarar la sociedad más convencional. En «Maribel y la extraña familia» Mihura indaga en el conflicto de la pareja. Todo gira en torno al equívoco, la ambigüedad y la suposición, motores del humor del autor. El enredo, la mentira y las falsas apariencias dan paso a una divertida comedia de intriga.