Muerte de una asesina relata los pensamientos de Billy Tyler, un policía de mediana edad, que pasa la noche en un hospital de Suffolk, custodiando el cuerpo de Myra Hindley, una asesina famosa en la vida real. La elección de Rupert Thomson de una asesina real le permite explorar y analizar cuestiones complejas sobre el carácter inglés. Sin embargo, ésta no es una novela sobre Hindley sino acerca del propio Billy Tyler, unos de los policías-personajes más convincentes que ha dado la literatura.
Billy Tyler no pasa por un buen momento. Su carrera profesional se ha visto limitada al ser incapaz de asumir nuevas responsabilidades. Además su vida sentimental y familiar está deteriorada por la mala relación con su suegro y su dificultad de tratar con su hija discapacitada. Haciendo gala de una gran habilidad, Rupert Thomson crea un drama que se desarrolla en las doce horas que Billy Tyler pasa con el cadáver de Myra Hindley. La disección que hace de la mente de un hombre vulgar es tan profunda e interesante que la presencia del cadáver de Hindley quede relegada a un segundo plano. Todo el misterio de esta novela gira entorno a los secretos de Billy, aquellos pensamientos tan íntimos y -en ocasiones- oscuros, que sólo se pueden explicar a un muerto en mitad de una noche.
Pasadas las horas, y en un giro narrativo arriesgado pero magistral, el fantasma de la asesina se aparece ante Billy. Lejos de perder los nervios y dejarse llevar por el terror, Billy entabla una conversación con el fantasma de la asesina.