Si nos paramos a analizar la cantidad de tiempos muertos que hay en nuestra vida cotidiana, y nos imaginamos unas lecciones ideadas para que se puedan estudiar en 30 minutos, veremos que aprender o perfeccionar el inglés es perfectamente posible y está al alcance de todos.
Hoy en día resulta habitual tener alguna amistad o mantener cualquier tipo de relación social con una persona de habla inglesa. De la misma manera, en un mundo globalizado también es frecuente comunicarse, tanto mediante la correspondencia tradicional como el correo electrónico, con instituciones académicas y entidades internacionales con las que se hace necesario expresarse en inglés.
El libro que tiene entre sus manos le permitirá, partiendo de diálogos sobre distintas situaciones de la vida social (en el bar, de compras, con invitados en casa, cenando con amigos, tomando el té, en clase…), aprender frases y vocabulario, así como tomar nota de breves pero importantísimos apuntes gramaticales relacionados con el tema que le aclararán muchas cosas y le ayudarán a expresarse con corrección.