Uno de esos espacios míticos es la legendaria Tombuctú, la capital fundada en las primeras décadas del siglo XI, por nómadas de desierto. Cruce de caminos, importante metrópoli africana, Tombuctú fue escenario de grandes negocios, discusiones teológicas y políticas en el seno del Islam y eje principal de las rutas comerciales del oro -proveniente de Ghana-, la apreciada sal del sur del Sahara y el tráfico de esclavos. Los mercaderes de desierto describían esta urbe como una de las más ricas y atractivas del continente. Una ciudad viva donde las escuelas y las librerías competían con los mercados de especies y arte.Biografía histórica de la ciudad, este libro de Marq de Villiers y Sheila Hirtle es un recorrido por el esplendor y decadencia de una de las más bellas ciudades del mundo. Una capital cuya evolución, a lo largo de varios siglos, fascinará a cualquiera que desee soñar.