EEste año de la Memoria Histórica es el momento adecuado para sacar a la luz diferentes testimonios de las vicisitudes que pasaron una gran parte de los españoles que tuvieron que exiliarse después de la Guerra Civil. En este caso, se trata de las memorias que escribió Fausto Jiménez, un valenciano que pasó la frontera con el Ejército Republicano, fue hecho prisionero en la Resistencia contra los alemanes y deportado al campo de concentración de Buchenwald, donde participó, como miembro del Partido Comunista, en su liberación. Pero quizás, una de las características de estas memorias sea la de intentar pasar rápidamente por estos sucesos «dantescos» para centrarse más en la militancia como responsable comunista en el periodo que va desde la liberación hasta la década de los ochenta, y en su labor de concienciación política y social realizada entre los emigrantes españoles que llegaron entre 1957 y 1980.