No hay ninguna duda de que la guerra civil española es uno de los hechos capitales de la historia de España. Por un lado, representa la culminación de las tensiones, los conflictos y las propuestas que se venían produciendo desde la restauración de la monarquía en 1875. Por otro, su desenlace dio paso a casi cuarenta años de dictadura, cuya influencia se dejó sentir incluso en el desarrollo de la transición y en la configuración del actual sistema político español. Ahora bien, la guerra que estalló en España se integra dentro de uno de los conceptos básicos de la historiografía contemporánea: el periodo que va de la Primera a la Segunda Guerra Mundial, con la revolución rusa y la revolución conservadora del fascismo, como una larga guerra civil europea. Más concretamente, la guerra de España constituye algo más que el precedente de la Segunda Guerra Mundial; es, en realidad, su primer episodio. Este libro profundiza, desde varias perspectivas, en esta vinculación entre la guerra civil y la guerra europea, derivada finalmente en guerra mundial. Una es la posición que ocupa el conflicto español en el enfrentamiento entre las potencias europeas y entre los diferentes proyectos ideológicos que dominaron esa época: liberalismo, comunismo y fascismo. Directamente relacionada con esta cuestión se sitúa el análisis de la intervención de las grandes potencias en la guerra civil. Y otra es la de la guerra de España como laboratorio de pruebas de experiencias y hechos que se desarrollarán plenamente durante la guerra mundial, desde las nuevas tácticas de guerra o el ensayo de nuevos elementos de combate, hasta el fenómeno de los refugiados a escala gigantesca.