La creencia de que la evangelización de Amé-rica fue obra de las órdenes mendicantes, con una pequeña aportación del clero secular, es una gran injusticia histórica, debida, proba-blemente, al hecho de que este último no ha escrito sus gestas. Este silencio de los propios protagonistas del clero secular es el que quie-re subsanar el presente trabajo, centrado en las tareas apostólicas y civilizadoras de obispos y sacerdotes en la América hispana del siglo XVI. Su lectura ayudará, sin duda, al interesa-do a conocer mejor la labor de la Iglesia en aquellas tierras y la contribución española al desarrollo de las poblaciones nativas, injus-tamente denostada en muchas ocasiones.