Muñoz Seca hace de la risa el eje fundamental de su arte y también de su actitud vital. Su obra es el fundamento de un nuevo concepto de humor, el astracán, agradable y bienhechor, que va a distinguir a los hombres humildes, serenos, reposados e inteligentes de los necios y orgullosos que, por lo regular, ríen poco para no comprometer su dignidad personal. Se mantiene generalmente que el astracán es un teatro sin alma, envuelto en una carcajada forzada. Pero tal concepto es únicamente el producto de un análisis supercial. Bajo esta risa sencilla se distingue un esquema de ideas al que en filosofía se ha llamado «la teoría del optimismo». Esta teoría, que nos incita a observar preferentemente el lado positivo de las cosas y que postula que el mundo en que vivimos es el mejor de los mundos posibles para nosotros, ha sido preconizada por filósofos de la altura de Demócrito, Platón, Descartes y Leibniz, optimistas declarados. Esta es la postura de Muñoz Seca, aplicada a la literatura, por lo que cuando toca temas candentes de su época estos se transforman en mecanismos de hilaridad. Esta elección no carece de dicultades, pues lo cómico no goza en general del aprecio de la crítica respetable. Para muchos, reír no es elegante y se niega que en una obra cómica pueda haber profundidad alguna. Solo se permite el humor desde una posición cínica y amargada, en la visión satírica y mordaz de la realidad.
Enrique Gallud Jardiel (Valencia 1958) es doctor en Filología Hispánica y se ha
especializado en el teatro de humor. Ha enseñado Literatura en diversas universidades de España y del extranjero y ha publicado más de una veintena de libros. Entre ellos pueden destacarse Studies on Spanish eatre, India in the Literature of Spain, Libro de libros, Mil curiosidades sobre el más fascinante de los mundos, la biografía Enrique Jardiel Poncela: La ajetreada vida de un maestro del humor, y el ensayo El teatro de Jardiel Poncela. El humor inverosímil, en esta misma colección.