He aquí todo un conjunto de testimonios aportados por personas de la vida real. Este conocido autor los hace desfilar por las páginas de esta obra con el único fin de que nos decidamos a dar, como lo hicieron ellos, el gran salto de la "queja" al "agradecimiento". Por eso, porque "instalarse en la queja continua es, en la práctica, apostar por no ser nunca verda¬deramente felices. Y lo más grave es que hacemos tremendamente desdichados a quienes nos acompañan en el camino de la vida".