No es fácil estar al frente de una empresa familiar y eso lo descubrirá pronto el protagonista de esta historia a través de la experiencia de su padre, de la complicidad con su madre y de su intensa curiosidad.
De este modo, cuando ya de adulto ha de elegir entre asumir o no el legado familiar, deberá poner en una balanza los problemas y las satisfacciones que puede reportarle. Para ello da marcha atrás en el tiempo y se adentra en diversos episodios de su infancia antes de responder al dilema que le plantea su progenitor: continuar o no al frente de la empresa que éste fundó.
Cada capítulo está cerrado en sí mismo, responde a una pregunta y, a la vez, enlaza con los siguientes de modo que el lector llega a sumergirse en sus propias vivencias, al mismo tiempo que reflexiona sobre los pros y los contras de las empresas familiares en el momento actual.
¿Cómo ve un niño entre los siete y los diez años la empresa de su padre? ¿Cómo le transmite sus inquietudes? ¿De qué modo resuelve el padre sus dudas?
Los años setenta sirven como marco para que el protagonista nos muestre cómo vivió el ámbito laboral de su padre y hasta qué punto llegó a afectarle. Así pues, se ve implicado, a veces como espectador, en algunas decisiones y en diversas inquietudes, mientras trata de entender qué le mueve y discurre sobre cómo podría ayudarle.
Este libro, además de entretener, ayuda a reflexionar sobre los errores que se suelen cometer en unas empresas donde la familia acaba inmersa de un modo u otro; a veces tanto que no se llega a discernir entre el ámbito doméstico y el laboral.
Intensa, tierna y con tintes irónicos, esta obra nos habla de trabas y de preocupaciones, pero también de estímulos y, sobre todo, de sueños que, con imaginación, inteligencia y esfuerzo, pueden hacerse realidad.
Índice:
El dilema.- Mi primera asignación: cinco pesetas (o aquí todos ahorramos).- El niño, en la cama, como siempre.- Mi primo Olegario con corbata.- ¡Heidi lleva el traje rojo!.- Papá ¿estás enfadado?.- Avon llama a tu puerta (o Roberta, la chica de las tupperware).- Mi amigo Roque, el del kiosco.- Esteban, el señor importante.- Silvano, el vendedor de patatas (o cuando las cosas se ponen feas).- Mi papá nunca está enfermo.- Hoy toca comida familiar.- Hijo, mira a ver quién llama (o ¿por qué a mediodía siempre suena el teléfono?).- Un despido no es sólo decir adiós.- El maletín del fin de semana y de las vacaciones.- Mi padre es un mago (creó su empresa de la nada).- La decisión.