Los estudios zoológicos no comienzan en la Antigüedad Clásica hasta las descripciones de Aristóteles, ya que las referencias a animales que encontramos desde la Íliada y la Odisea o son meras citas literarias sin que se pretenda con ellas describir las características y costumbres de los animales, o se estudian bajo el punto de vista de su utilidad cinegética, dietética, terapéutica, como en el Corpus Hippocraticum, o puramente mágica.
El presente diccionario se ha redactado de forma que cada una de las voces describe un animal basándonos en los datos aportados por los autores clásicos, principalmente Aristóteles, Plinio, Elíano, Opiano, Plutarco, Ateneo, y por descontado, fuentes procedentes de Homero, Hesíodo, Aristófanes y Herodoto.