Taciano, asirio del siglo II, buen conocedor de la cultura helA(c)nica, acudiA3 a Roma en busca de la sabidurAea. Su encuentro con San Justino, hacia el aAo 150, fue decisivo. Si buscas sabidurAea, aquAe tienes los Evangelios. QuedA3 deslumbrado y entusiasmado, como tantos de su tiempo y de todos los siglos. PidiA3 el bautismo y se dedicA3 a ordenar armA3nicamente los cuatro Evangelios concordados, sin aAadir nada de su parte. Taciano la llamA3 DIATESSARON, que tuvo amplia y profunda influencia en los sigos II-IV.