Vivimos rodeados de cosas. Una cocina al uso, por ejemplo, es un paraíso repleto de innumerables objetos en el que cada uno de los aparatos, cada utensilio, cada cosa está compuesta a su vez por decenas, centenares e incluso miles de otras cosas. Cada artilugio satisface algún deseo, pero también crea la necesidad de poseer más cosas: así, los cereales requieren de una cuchara; o una televisión, de un mando a distancia. Este denso y complejo ecosistema entrelazado de cosas creadas por el ser humano es "la Plenitud". En este libro, que es un tratado sobre la creatividad y la innovación, pero también una autobiografía especulativa y un ensayo práctico de filosofía moral, Rich Gold nos explica cómo comprender y vivir plenamente en un mundo de cosas en infinita progresión.
Rich Gold escribe sobre la Plenitud desde las perspectivas aparentemente contradictorias (aunque complementarias en este caso) del artista, del científico, del diseñador y del ingeniero, todas ellas profesiones ejercidas por él, en ocasiones de modo simultáneo, a lo largo de su polifacética carrera profesional. Gold ilustra estas reflexiones por medio de ingeniosos dibujos. Por ejemplo, la célebre "teoría de las cuatro gorras de la creatividad" o las "siete pautas para la innovación", que traslucen un espíritu común: la creatividad, la necesidad continua de hacer cosas, de innovar, de "hacer algo nuevo que cree una nueva categoría, un nuevo género o un nuevo tipo de cosa".
Finalmente, Gold medita sobre la Plenitud en sí misma y sus contradicciones morales. ¿Cómo podemos, en buena conciencia, abogar por el placer de crear cosas cuando esta labor, probablemente, sólo sirve para crear la necesidad de poseer más cosas? Como dice un buen amigo suyo: "Deberíamos esmerarnos en crear el mundo en el que realmente deseamos vivir". Sin duda, un buen consejo para todos aquellos "creadores de cosas".