La casa se alza en una colina, próxima a una aldea. Sobrevivió a plagas, varias generaciones de una familia la habitaron, piedra sobre piedra vio pasar años, décadas, siglos. Se convirtió en una leyenda, pero cayó en el abandono, hasta que en el siglo XX volvió a renacer. La casa de las veinte mil historias fue testigo de veinte mil vicisitudes: felicidad y desgracia, celebraciones y cosechas, guerra y paz... Esta es su historia, desde 1900 en adelante, narrada por J. Patrick Lewis con pinceladas de texto de gran valor literario. Las ilustraciones hiperrealistas del premiado artista Roberto Innocenti nos llevan de viaje por el tiempo: desde los cambios estacionales hasta la transformación del paisaje, pasando por las viejas costumbres que mudan con el avance de la tecnología.