Quien lea las cartas que contiene este libro se sentirá retado como cristiano a una experiencia de su fe más arriesgada, más comprometida, pero también mucho más fructífera porque Cristo sabe corresponder a quien le busca y le sigue de corazón. Quien lea estas cartas y aún no sea cristiano sentirá esa mezcla de atracción y temor que siempre produce el Evangelio de Jesús, porque provoca a una elección definitiva en la que se pone en juego la vida ante el presente y ante la eternidad. El paso adelante que unos y otros estamos llamados a dar se hace posible a impulsos del amor eterno que Dios nos tiene, demostrado en la cruz de Cristo Jesús. Este libro que vas a leer alienta ese paso, esa decisión, y ahí radica su mayor virtud.