El mundo en el que vivimos se rige por las decisiones rápidas y precipitadas y el espacio para la reflexión
y la pausa cada vez es más reducido. La tendencia generalizada a solucionar los problemas solo a corto plazo conduce,
demasiado a menudo, a generar complicaciones mayores en el futuro. Además, los psicólogos creen que la ciudadanía
espera soluciones rápidas y eso anima a los líderes a tomar decisiones desde la precipitación y desde sus peores
intuiciones. En este libro, Carl Honoré nos propone los ingredientes necesarios para evitar que, ante un problema, nos
precipitemos siempre hacia la vía rápida, fácil e irreflexiva y conseguir que seamos capaces de resolverlo de forma más
lenta pero mucho más eficaz