¿Es cierto que la sociedad española tiene la televisión que se merece? ¿Sufrimos la programación más vulgar de toda Europa? ¿Por qué la aparición de las cadenas privadas no ha generado una mejor oferta, sino todo lo contrario? El periodista y sociólogo Lorenzo Díaz se hace estas preguntas, las mismas que los intelectuales y los telespectadores normales, para tratar de explicarse el fenómeno que nos invade desde hace más de una década: la telebasura, una forma de hacer televisión en la que priman el morbo, el sensacionalismo, la sensiblería y el escándalo puro y duro. Parece que todo vale para atraer a la audiencia.